SI TODO EL MUNDO LO HACE, POR QUÉ NOSOTROS NO?

Cuántas veces escuchamos en nuestra cotidianidad esta expresión. De seguro la mayoría de las veces la usamos para justificar nuestros comportamientos en público, cuando los mismos son cuestionados o podrían serlo, por las personas a nuestro alrededor. Si los demás lo hacen, por qué yo no? Ya sea tirar basura en la calle, doblar en U donde está prohibido, colarse en una fila en el banco o dar la espalda ante situaciones que reclaman de nuestra atención y responsabilidad. Así entonces, vamos cayendo sin darnos cuenta en un estado de dejadez y apatía, del estilo sálvese quien puede y yo no soy ningún P... que al final da al traste con las mejores aspiraciones personales, familiares, comunitarias y como nación.

Me pregunto qué pasaría si en vez de este uso negativo de la expresión y actitud, comenzáramos a utilizarla en un sentido más positivo y constructivo. Por ejemplo:

• Si los demás países de la región, invierten en promedio entre un 4 y un 5% del PIB  en educación, por qué nosotros no?
• Si los demás países de la región obtienen mejores resultados en las pruebas internacionales de evaluación educativa (PISA, TIMS, SERCE), por qué nosotros no?
• Si los demás países de la región y el mundo obtienen mejores resultados en los diagnósticos internacionales sobre educación cívica y ciudadana, por qué nosotros no?
• Si los demás países se están preocupando cada vez más de cerrar las brechas de desigualdad en materia educativa, invertir en su gente para salir de la pobreza y en crear círculos virtuosos de desarrollo, por qué nosotros no?

Estoy seguro, que de  la práctica de hacer esto (compararnos con el resto del mundo), saldrían muchas buenas ideas e iniciativas de transformación. Nos permitiría, vernos en el espejo y con humildad decir, ya es tiempo. Las cosas deben cambiar. Regodearnos con lo mal hecho, con la ola de negativismo autoimpuesto, sólo conduce al atraso progresivo y a la muerte social.

Ojalá y este día (Lunes Amarillo) y el resto de nuestros días, nos encuentren en la disposición de ser mejores personas, mejores ciudadanos/as. Ojalá que al final de esta jornada podamos haber dado vuelta a la frase y reformularla de dos maneras que se me ocurren para un cambio positivo: "Qué tal si hacemos lo que todo el mundo hace bien hecho?" y "Si todo el mundo lo hace (bien), nosotros/as también (o mejor)". Creo que vale la pena intentarlo. Es cuanto.