14 de diciembre de 2010

LO QUE PODEMOS APRENDER DE LA ACCIÓN PEDAGÓGICA DEL PUEBLO

En años no había visto tal movilización de sectores en este país con un mismo fin: elevar la inversión en educación para mejorar la calidad educativa de todos/as las niñas y los niños que viven aquí. De eso se trata precisamente la lucha actual en demanda del 4% del PIB para educación como lo establece la Constitución y la Ley General de Educación (66-97).

Volviendo entonces al punto inicial, la movilización que ha tenido lugar en los dos últimos meses, de múltiples sectores y actores, está siendo un ejemplo a estudiar de cómo se ejerce el derecho a reclamar derechos y defenderlos dentro de nuestras fronteras. La de ayer frente al Congreso fue justamente,  una movilización de carácter apoteósico. Cientos de jóvenes, adultos/as, religiosos, laicos, no creyentes, profesionales, gente de pueblo, de distinta clase social, raza, sexo y género, se mantuvieron unidos por una misma razón a las afueras de uno de los símbolos del poder constituido democráticamente. Varias son las lecciones que en mi caso particular este esfuerzo está dejando, aquí las comparto por si les son de utilidad, quizás ustedes tengan sus propias lecciones aprendidas al respecto y quieran igualmente compartirlas:

  1. El éxito de una movilización como esta, radica en la elección de un tema y curso de acción que sean de fácil comprensión, generen interés colectivo y encuentren anclaje en las  estructuras sociales diversas, el marco legal vigente y la cultura de reclamos justos e históricos del pueblo dominicano.
  2. Se trata de procesos arduos, complejos, con avances y retrocesos, con pataleos y ocultamiento de la verdad, por lo que el volver una y otra vez al objetivo de la demanda y a la visión de cambio que se quiere lograr, aporta luces, fuerza y esperanza en el camino trazado. 
  3. Los esfuerzos que no se imponen y las movilizaciones como esta, que permiten expresar la creatividad e inteligencia de la gente, tienen mayor impacto social, permiten la apropiación y la generación de una nueva memoria histórica, siendo cada cual, de forma indiviual o como colectivo, protagonista del devenir del país.
  4. Los medios de comunicación y las redes sociales son herramientas que puestas al servicio de los mejores intereses de la nación pueden ayudar a generar confianza, fortalecer el tejido social, ahondar el debate público y dar la voz a los/as que tradicionalmente son invisibilizados o ignorados/as.
  5. Para recibir hay que dar, no una, sino muchas veces. Dar hasta de lo que nos duele, con dignidad, aguantando sol, perdiendo la voz de tanto vocear o cantar la protesta, acudiendo a maratónicas sesiones, soportando las críticas de familiares y de amigos. Todo por el presente y futuro de la nación.
Estas son pues algunas de las lecciones que a la fecha me está dejando este proceso. Quizás podría añadir otra no menos importante y es la de que nadie, absolutamente nadie, persona o institución, está por encima de la ley, que la misma aunque reciba presiones e intentos de abolición, está para proteger y defender los derechos fundamentales reconocidos y por tanto, debe ser respetada y acatada si queremos realmente que este bello país, "el mejor país del mundo", se convierta en un verdadero Estado social y democrático de derecho.

Espero entonces que saquen sus propias conclusiones y aprendizajes al respecto. Creo que vale la pena intentarlo. Es cuanto.

12 de diciembre de 2010

62 ES EL NÚMERO QUE NECESITAMOS

Nuestra Cámara de Diputados cuenta actualmente con una matrícula de 183 diputados/as. Para que se logre la aprobación del actual Proyecto de Ley General de Presupuesto de 2011, que lamentablemente desconoce el mandato constitucional (art. 63, acápite 10) y la Ley General de Educación (66-97), hará falta que dos terceras partes de los diputados/as voten a favor del mismo, mañana lunes, en la tarde. Estamos hablando de 122 congresistas.

Por el contrario, si de los 183 habilitados/as para votar, 62 se abstuvieran o votaran en contra, cosa que necesitamos, deseamos y solicitamos, la historia será otra. Sí, será otra en muchos sentidos, principalmente en que si se deja sin aprobación el Proyecto violatorio e inconstitucional aprobado por el Senado, se estará enviando un mensaje a los/as ciudadanos/as de nuestro país sobre la confianza, la institucionalidad, la legalidad y la creencia de que las cosas pueden ser distintas y mucho mejores, como nos lo merecemos, para el presente y futuro de nuestra democracia,  la nación y las vidas de cientos de miles de niños y niñas que viven en ella.

Nos toca entonces estar atentos/as, dar nuestro apoyo a la movilización convocada para mañana frente al Congreso de la República y hacernos sentir. Antes lo hemos logrado, esta vez no será menos. La ciudadanía se ejerce y se expresa, el manto constitucional nos protege. 62 ES EL NÚMERO QUE NECESITAMOS. Vale la pena intentarlo. Es cuanto.