26 de noviembre de 2010

EL 4% PARA LA EDUCACIÓN MÁS ALLÁ DEL DEBATE

Ah, cómo somos los seres humanos cuando no queremos asumir los compromisos acordados como sociedad, como comunidad política. Buscamos argumentos falaces, nos vamos por las ramas, enredamos la cabuya y al final nos escapamos por la puerta trasera de nuestras palabras sin reconocer con responsabilidad y humildad cuánto hemos fallado.

No se trata de si es falso el debate o no, no se trata de si falta discusión en torno al tema (han habido varias). La evidencia nos ha demostrado que si como dominicanos y dominicanas no hacemos algo ahora que estamos a tiempo, si no cumplimos con lo que dictan nuestras leyes y la realidad que nos circunda, la global y la insular, acabaremos sentados en una plaza guitarra rota y desafinada en mano, cantando nuestras penas y la de nuestros hijos e hijas.

Lo del 4% para la educación no es una cuestión meramente estética (me gusta, te gusta, le gusta o no), es más que eso, mucho más, es ante todo una cuestión ética: buscar el bien y hacerlo, evitando el mal en lo que a educación en nuestro país respecta. Es voluntad y decisión política firme, basada en los mejores intereses públicos, es decir "nos comprometemos" y actuar en base a ese compromiso, es ponerse al frente y liderar los esfuerzos para cerrar las muchas brechas de desigualdad existentes en el ámbito educativo.

De eso se trata el esfuerzo y la demanda que cientos de ciudadanos y ciudadanas dominicanos/as estamos haciendo, que empieza por el 4% (establecido por ley) para la educación, pero que como bien sabemos no se agota allí, dado que el fin no es puramente de más recursos y cataplum!... mejoró la calidad, sino que se trata de que como pueblo hemos despertado, estamos en la ruta y no nos detendrán hasta que el estado de cosas que han regido por años en la educación dominicana, cambien. Por eso el movimiento, por eso las sombrillas amarillas, la movilización social y la protesta. Por eso debemos sumarnos a este que está siendo un debate distinto en la arena pública. Aunque más de uno se disguste y trate de acallarnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario